Las marcas memorables consiguen construir a través de todos sus mensajes y canales una historia coherente, interesante y diferencial. Es habitual que los materiales publicitarios y promocionales construyan una historia (a veces ni eso), pero ¿por qué no hacer que lo hagan todas las creaciones de la marca, hasta las recetas con las que presentas el producto?
El ron especiado The Kraken ya llamó mi atención en su campaña de lanzamiento, cuando colocaron vinilos de su calamar gigante en muchos escaparates del barrio de Triball en Madrid. Me gustó mucho la estética victoriana en plan grabado de Gabinete de Curiosidades y me pareció muy divertido y osado cómo rompió los códigos (y tópicos) de los rones caribeños. Pero luego descubrí que la cosa no se quedaba en un nombre llamativo y una estética original, sino que todas las piezas de la marca encajaban.
El Kraken es un calamar gigante de la mitología escandinava y finlandesa conocido por atacar y hundir barcos. Se decía que tenía predilección por aquellos que portaban ron y que hizo desaparecer el mayor cargamento de ron especiado caribeño de la historia sin dejar rastro.
Receta del Kraken Stormy
Llena un vaso highball con hielo y añade un botellín de ginger beer (20 cl). Con la ayuda de una cuchara, vierte lentamente 5 cl de Kraken Black Spiced Rum para que quede suspendido en la superficie de la copa como si fuera la tinta del Kraken tras uno de sus ataques.
Finalmente, exprime un gajo de lima e introdúcelo en el vaso. Al caer, verás que el ron empieza a mezclarse poco a poco con el ginger beer. La gracia es ir empujando los hielos para ver cómo el ron va invadiendo toda la copa.
Para el Ron Festival, Kraken hizo una colaboración con la marca Thomas Henry para usar su ginger beer en este cóctel. Debo decir que combina muy bien, aunque tengo pendiente probar con otras marcas de ginger beer que no sean tan difíciles de conseguir como la de Thomas Henry (solo lo he encontrado en la tienda Más que cervezas de Madrid, donde también venden el vaso «oficial» de Kraken).
En definitiva, en un universo de marca no hay pieza pequeña, todas deben encajar para poder ver el conjunto con el máximo impacto y solidez. En este caso, la elección del cóctel de presentación de Kraken Rum me pareció un gran acierto, ya que les permitía destacar las cualidades del producto mientras contaban una historia interesante y fácil de recordar. Yo ya no me voy a poder tomar un Dark ‘N’ Stormy sin acordarme del Kraken y su mítica afición por hundir barcos de ron.