Este año acudí por segunda vez al Gin Show Madrid, uno de los eventos de referencia sobre el mundo de la ginebra. En él, las marcas aprovechan para presentar sus novedades o proponer nuevos cócteles y combinaciones a los profesionales de la hostelería asistentes.
En esta edición, el Gin Show Madrid cambió el Círculo de Bellas Artes por el Palacete de los Duques de Pastrana. Una de las mejoras del evento fue una menor afluencia de público general y un carácter más profesional en los asistentes. Atrás quedaron los gorrones del año pasado que no dejaban acceder a los stands de las marcas, ayudando a que el diálogo y las explicaciones con los brand ambassadors fueran más cómodas y tranquilas.
Las masterclass
Las masterclass siempre son una buena oportunidad de aprender. La ponencia de Jared Brown fue muy interesante, recorrió en una hora la historia de la coctelería a través de sus bartenders más destacados. De cada uno señaló su aportación a la profesión, definiendo así los diferentes tipos de barman que nos podemos encontrar: el “hombre de negocios” como Harry Johnson, el “showman” como Jerry Thomas o el “archivista”, como Harry Craddock.
Jared nos dejó algunas sentencias curiosas como que si creas un cóctel con vocación de clásico, debe ser un combinado del que la gente se pueda beber tres seguidos. Si después del primero, aunque les haya gustado, se piden una cerveza, no será nunca un clásico. También nos contó multitud de anécdotas como que Trader Vic se apostaba con los nuevos clientes de su bar si serían capaces de clavarse un picahielos en la pierna. Él siempre ganaba, porque la suya era de madera.
Un placer poder escuchar a un experto en coctelería y cronista habitual de The Guardian, sobretodo después de haber podido asistir a la ponencia de James Wilson en el Mix&Shake. La única pega fue la poca profesionalidad de la traductora, que se olvidaba de lo que había dicho Jared, no conocía las palabras en español y ralentizaba mucho el discurso.
Los stands
En los stands, pudimos encontrar algunas de las marcas más conocidas pero también algunas nuevas, como NB gin, Sloane’s Gin o Alkkemist Gin. Aunque el gin-tonic y sus infinitas reinvenciones ya empiezan a saturar un poco, sobretodo a los aficionados a la coctelería, casi todas las marcas presentaron su perfect serve o la ausencia de él, que también es una declaración de intenciones. Algunas marcas se salieron de la dictadura de la copa balón y otras volvieron a reivindicar el clásico gin-tonic seco y cítrico. En lo que casi todas las marcas coinciden ya es que, una vez educado al consumidor y al bartender, hay que dejarles libertad para aromatizar la ginebra con lo que más les guste.
Ante la multitud de opciones yo, que me gustan mucho los sabores especiados en los cócteles, me fui a probar la propuesta de Opihr, una ginebra especiada inspirada en las rutas comerciales del Imperio Británico, que servía su gin-tonic con jengibre y chile. Un buen combinado para abrir el apetito.
Después, ya cubierto el cupo de gin-tonics del día, fui buscando qué otros cócteles preparaba cada marca en sus stands. La elección de un cóctel como presentación de las características del destilado forma parte de la identidad de la marca. No es lo mismo presentar un cóctel clásico que una reinvención; no es lo mismo usar ingredientes naturales, siropes, frutas, productos exóticos… Aquí os dejo algunos de los que probé.
Más allá del cóctel
La propuesta más diferente
Pero para mí la sorpresa del Gin Show fue la ginebra Alkkemist, una ginebra española con un diseño de botella espectacular y una propuesta diferente. Entre sus botánicos, sorprenden el hinojo marino mediterráneo, el té de roca, la manzanilla dulce, el poleo, la salvia, la hierba luisa o la uva moscatel, que se añade al final del proceso. En su envase destacan que se destila solo en noches de luna llena, lo que suena un poco a vuelta de tuerca innecesaria, pero que construye sobre el concepto de alquimia con el que juega la marca.
Además, en su stand apostaron directamente por la coctelería, presentando cuatro creaciones inspiradas en los elementos y preparadas por Pau Castillo con siropes artesanales. “Tierra”, de color arena, cuenta entre sus ingredientes con sirope de wasabi; “Aire”, de color verdoso, se decora con hierba luisa dándole un aroma cítrico y relajante; “Fuego”, de color rojizo, combina el amargor del Dubonnet con el picante del Tabasco de pimiento habanero; y “Agua”, de color azul, nos transporta al Mediterráneo con su sirope marino. En el vídeo podéis ver como se elaboran dos de ellos.
¡Hasta el año que viene!