El último día del viaje que hice a Reino Unido como ganadora de «The Gin Collection Contest» fuimos hasta Warrington para visitar una de las destilerías más antiguas del mundo, G&J Distillers, con más de 250 años de historia. En ella se producen las cuatro marcas de The Gin Collection: Bloom, Greenall’s, Berkeley Square y Opihr.
Además de estar funcionando desde 1761, G&J Distillers produce más del 50% del total de la ginebra del Reino Unido y casi el 15% de la ginebra que se consume a nivel mundial. A la cabeza se encuentra la primera mujer Gin Master Distiller del mundo, Joanne Moore, que nos enseñó las instalaciones y nos explicó el proceso de destilación.
Conociendo la destilería
También estuvimos tocando y oliendo los diferentes botánicos que se usan en las cuatro ginebras de The Gin Collection y que llegan a Warrington desde muchos países diferentes: cilantro de Marruecos, cáscara de limón de España, cubeba de Indonesia, enebro silvestre de la Toscana… Algunos de ellos siguen un proceso muy artesanal de recogida o de secado y son seleccionados a mano antes de introducirlos en los alambiques, donde macerarán con alcohol de grano y agua de las llanuras de Cheshire.
¿Existen las ginebras premium? ¿Qué diferencia una London Dry Gin de una Distilled Gin?
A continuación, fuimos a las oficinas para crear nuestra propia distilled gin y aclarar algunos conceptos sobre el mundo de la ginebra. Para los que no lo tengáis claro, hay tres tipos de gin en el mercado con características y procesos de fabricación muy distintos.
Otro de los temas que surgieron fue la denominación de «premium» que reciben tantas ginebras en la actualidad y que influyen definitivamente en el precio. Actualmente la legislación no especifica ni exige ninguna característica objetiva para poder calificar un ginebra como «premium», «súper premium» o «recontrapremium», con lo que es más un criterio de portfolio de producto que una cualidad específica del destilado. No siempre existe una relación directa y proporcional entre el coste de fabricación del producto ni los ingredientes que incluye, sino que es más una apuesta por un posicionamiento en el mercado con un packaging, un concepto y un ritual de consumo que justifique el precio y la denominación.