El domingo es el Día del Padre y seguro que muchos todavía os estáis rompiendo la cabeza con el regalo. Un detalle que nunca falla es elegir un buen destilado para los momentos de relax o para compartir con sus amigos. El whisky es el líder indiscutible de estas fechas, solo hay que mirar el pico de búsquedas que se producen en Google durante la semana de San José.
Para daros algunas ideas al margen de las marcas más conocidas, os voy a recomendar algunas referencias poco comunes que me han gustado estos últimos meses y que pueden sorprender a vuestro progenitor.
Taketsuru Pure Malt de Nikka
Un whisky japonés es una apuesta segura para los amantes de este destilado, tanto las referencias de Suntory (Hibiki, Yamazaki y Hakushu) como toda la gama de Nikka. Si vuestro padre es bebedor habitual de whisky solo o con hielo, agradecerá sin duda una botella japonesa. He elegido el Pure Malt de Nikka porque tiene un precio muy ajustado para su calidad y porque a pesar de ser oficialmente un NAS (sin edad declarada) sus whiskies tienen una media de 10 años y se envejecen en varias barricas, entre ellas de Jerez. Es afrutado en nariz y en boca tiene un paso muy ligero y amable, pero lo acompaña de notas picantes y recuerdos a piña asada.
Precio aprox: 50 euros
Talisker 10
Esta botella encapsula la turba y la salinidad de la Isla de Skye sin llegar a los potentes ahumados de Islay. Su cuerpo alto se equilibra con una nota floral y dulce que permanece en boca junto al humo y la sal. Aunque es un whisky muy conocido, lo he querido incluir en la lista porque pronto dejará de venderse para dejar paso al Talisker Storm que es un NAS (sin edad declarada). El 10 años es un gran whisky y un buen precio, así que merece la pena abastecerse mientras esté disponible.
Precio aprox: 30 euros
Connemara Single Malt
Es el único whiskey irlandés ahumado, aroma que comparte con potentes notas frutales de pera que le dan una gran frescura. Es jugoso, es divertido y es diferente a lo que se espera tanto de un whiskey irlandés como de un whisky ahumado. Perfecto para dar el paso de los whiskies blended más ligeros y adentrarse en el mundo de la turba.
Precio aprox: 25 euros
Redbreast 12 años Single Pot Still
Pronto vamos a asistir a un boom del whiskey irlandés, así que está muy bien llevarle a vuestro padre uno de los irish whiskeys más redondos que he probado este año. Es un pot still, es decir, mezcla cebada malteada y sin maltear con otros cereales y se destila en alambique de cobre 3 veces. Se añeja en barrica de Jerez Oloroso. Ciruela pasa, miel y oloroso en nariz, para un paso ligero pero un final largo y untuoso.
Precio aprox: 42 euros
Teeling Small Batch
Si vuestro padre es un amante del scotch, quizás le sacudáis los prejuicios con otro de los whiskeys irlandeses que van a dar que hablar. Acabado en barricas que han contenido ron y con un ratio alto de malta frente a grano, no se ha filtrado en frío con lo que mantiene los aromas en su máximo nivel. Lo ideal es mezclarlo con un 20% de agua fría, ya que los 46% a los que está embotellado se hacen demasiado presentes y ocultan un poco su complejidad. Una vez abierto, vainilla, manzana cocida y pimienta que dejan el sabor dulce del ron pero también notas especiadas.
Precio aprox: 28 euros
Blanton’s Straight From The Barrel
Si preferimos acercarnos al mundo del whiskey americano, un gran regalo es este bourbon de alta graduación (65,7%) que permite jugar con diferentes diluciones para adaptarse a todos los paladares. No está filtrado en frío, para que mantenga todos sus aromas y su cremosidad. Tiene aromas a miel, vainilla, mantequilla y melocotón maduro, pero también a especias y azúcar de caña. Encima, la botella queda genial en cualquier estantería.
Precio aprox: 62 euros
Foto de cabecera: Matt Gibson