El estresante ritmo de vida al que estamos sometidos a diario está ya tan metido en nuestro cuerpo que muchas veces también nos lo llevamos de vacaciones. La dichosa productividad nos impide relajarnos y nos exigimos hacer lo máximo posible con el poco tiempo libre que tenemos. “El estrés de ocio” lo llamaba yo cuando trabajaba en agencia. Tantas cosas divertidas por hacer, tantas experiencias que vivir y tan poco tiempo libre para “descansar”.

Uno de los trucos para obligar a tu mente a frenar y relajarse, puede ser acudir unos días a un hotel con spa. Como sin duda nos lo merecemos, os voy a recomendar dos de los mejores de España, calificados con 5 estrellas; uno en la playa y otro en el campo. Dos hotelazos para todos los gustos: gastronomía, wellness, comodidad, diseño y aire puro. Este año he estado en los dos y puedo decir que salí de ambos con una sonrisa en el rostro y energías renovadas.

Le Meridien Ra Beach Hotel and Spa, mens sana in corpore sano

Situado en el municipio tarraconense de El Vendrell en la Costa Dorada, pero pegado al pueblo de Calafell, el hotel Le Meridien Ra Beach Hotel & Spa fue originalmente el Sanatorio Marítimo de San Juan de Dios. Este hospital se inauguró en 1929 para tratar la tuberculosis infantil debido a su clima suave y soleado y al contenido rico en yodo de sus aguas. El desarrollo del turismo en los años 60 obligó a la orden religiosa a trasladar el hospital a Barcelona para no molestar a aquellos que comenzaron a construir sus segundas residencias de verano y a los que buscaban disfrutar de una quincena de sol y mar.

Después de 15 años abandonado y de lucha vecinal, el antiguo sanatorio se reabrió como hotel balneario con el nombre de Ra Wellness hasta que en 2004 el grupo Marriott Internacional lo compró y lo convirtió en la maravilla que es hoy. El edificio actual consta de dos grandes alas en forma de U que abrazan sendos estanques de agua salada que generan un efecto de continuidad visual con el mar y embellecen mucho las vistas desde los balcones. El diseño de la planta del edificio permite así a todas las habitaciones tener vistas a la playa. En el centro se encuentra lo que queda del antiguo sanatorio, que ocupa lo que ahora es el gigantesco lobby y las alas donde están los dos restaurantes del hotel.  Sorprenden las grandes arcadas y techos altos de la antigua capilla que conectan la moderna recepción con la terraza y la playa, que puede verse desde lejos nada más cruzar la entrada.

El hotel se amplió a lo ancho, no a lo alto, así que como hemos dicho, a lado y lado del edificio antiguo tiene dos construcciones modernas con forma de U. Cada ala del hotel tiene una funcionalidad diferente, el izquierdo acoge apartamentos privados, la piscina y un centro de convenciones con la última tecnología; mientras que el derecho cuenta con las habitaciones de hotel y con el Explore Spa by Le Méridien, el spa de hotel más grande de España. Este templo del wellness cuenta con 7200 metros cuadrados divididos en cuatro plantas que incluyen un fantástico gimnasio con luz natural, 55 cabinas para tratamientos, una piscina climatizada con circuito termal y las tradicionales habitaciones para la sauna y el hamman.

Del Spa me sorprendió conocer que durante muchos años se ofrecían terapias ayúrvedas con médicos traídos de la India, que trataban integralmente a pacientes que se recuperaban de operaciones o enfermedades. Actualmente cuentan con expertos para realizar diferentes masajes ayúrvedas que -doy fe- son un gustazo.

Las habitaciones son luminosas y alegres, decoradas con obras fotográficas de artistas como Gray Marlin o Maite Caramés. La cama es comodísima, así como las butacas de la terraza. El baño es de grandes dimensiones y cuenta con productos de aseo de Malin+Goetz, una marca que me gusta mucho y que ya he visto en otros hoteles top como Casa Bonay. El hotel cuenta con suites impresionantes, algunas con grandes terrazas o incluso rincones que recuerdan al cuadro de Dalí “Mujer en la ventana”. Hay hasta 12 tipos diferentes de habitación para que cada uno elija según sus gustos, necesidades y bolsillo.

En cuanto a la gastronomía, ya sabéis que aquí nos encanta comer y beber, el hotel tiene dos restaurantes: el D.O. Restaurant, que propone una cocina mediterránea con cierta sofisticación; y La Terrassa del Mar que ofrece por la noche un menú buffet muy bueno a los huéspedes pero que para mí destaca por el menú de mediodía, donde por solo 39 euros se puede comer 3 entrantes y un arroz excelente a elegir, obra del chef José Antonio Benítez. Lo mejor, que está abierto a todo el mundo y se puede llegar andando por el paseo marítimo de Calafell. Esa calidad y ese precio son imbatibles en la zona.

Tampoco falta la programación cultural, ya que Le Meridien Ra quiere pone en valor y promociona el patrimonio cultural de la zona. Durante los meses de julio y agosto organiza castellers y correfocs ejecutados por agrupaciones de El Vendrell para sus huéspedes, lo que le da la oportunidad a los visitantes extranjeros de conocer un poco más la cultura catalana. El hotel se encuentra además muy cerca de la casa museo de Pau Casals y de la Casa Barral, dos primeras figuras de la cultura que gustaban de pasar sus veranos en esta zona de la Costa Dorada (quién no).

Hotel & Spa Arzuaga, placer para los cinco sentidos

Para los que prefieren el campo y adoran el vino y la gastronomía, el Hotel & Spa Arzuaga es una elección magnífica. Situado en el término municipal de Quintanilla de Onésimo y dentro de los dominios de las Bodegas Arzuaga-Navarro, este hotel de cinco estrellas es el cúlmen del hedonismo.

hotel arzuaga

Para empezar, la gastronomía es de primer nivel, no en vano su restaurante Taller tiene una estrella Michelin y merece por sí solo una visita. Ofrece dos menús degustación de diferentes longitudes y la opción de pedir también a la carta. El más largo, con unos 12 pases, ofrece guiños a la caza de la finca La Planta y a los platos castellanos, pero el origen peruano del chef Victor Gutiérrez se deja ver en la técnica y en ingredientes como la lúcuma o el vermut de chica morada con el que te sorprenden en una de las actividades de cata que se pueden reservar allí. El hotel tiene otro restaurante de comida tradicional, especializado en lechazo y con algunos platos en los que el jabalí, que se caza en la misma finca, es protagonista.

Las habitaciones son amplias y están decoradas por la diseñadora Amaya Arzuaga, que como su apellido indica es hija de Florentino Arzuaga, fundador de las bodegas. Amaya ha aplicado su buen gusto a toda la experiencia de la marca, desde la elección del mobiliario del hotel al diseño de algunas de las etiquetas de los vinos, pasando por unas artísticas proyecciones de videomapping que te acompañan en la visita a la bodega.

El Spa cuenta con unas magníficas instalaciones, nuevas, lujosas y elegantes, que cuentan además con exclusivos rituales de vinoterapia, jacuzzi a la uva (sí, te meten en un jacuzzi con vino mientras te bebes una copa de vino), tratamientos de belleza y masajes top. De los mejores spas de hotel que he estado nunca.

La experiencia Arzuaga cuenta además con un montón de actividades que se pueden contratar tanto si te alojas en el hotel como si no: diferentes catas de vino y visitas a la bodega, recorridos por la Finca de La Planta para ver su reserva de ciervos, jabalíes y muflones, viajes en catamarán por el Duero, vendimia… Vamos, que puedes pasarte varios días sin salir de los dominios del hotel pasándolo genial.

Nosotros hicimos la Cata Gran Reserva, conducida por la sumiller Irene González, en la que pudimos degustar 3 vinos de la casa, un champagne de la casa Philipponnat, que ellos importan, y un aceite que producen ellos en una almazara situada en los Montes de Toledo. También recorrimos a pie la finca “La Planta” que, con 1400 hectáreas, cuenta con 150 de viñedos de diferentes variedades en plena Denominación de Origen y una reserva de caza mayor salpicada de pinos, encinas y sabinas. Junto a la casa, una increíble encina milenaria es testigo habitual de bodas y festejos.

Todo esto hace que el Hotel & Spa Arzuaga sea un planazo total para desconectar unos días. En el mismo lugar puedes visitar una bodega de vino, dar un paseo por la naturaleza, relajarte en un spa de primera, comer en un restaurante estrella Michelin, aprender a catar vino y comer comida tradicional castellana. No se puede pedir más.

Foto de portada y del hotel Arzuaga: https://www.josemarmol.pro/

Resto de fotos de Le Meridien Ra: cedidas por el hotel