El 25 de enero se celebra en Escocia y en todo el mundo el nacimiento de su poeta más famoso, Robert Burns, que falleció a los 37 años en 1796 y se convirtió en un icono del folclore escocés y su manera de vivir y disfrutar de la vida. El martes 23 pude disfrutar de mi primera Burns Night de la mano del whisky Dewar’s y ya os digo que espero que no sea la última.
La primera Burns Night se celebró en 1801 -solo 5 años después de la muerte del poeta- en su casa familiar, organizada por amigos suyos que querían rendirle homenaje en el día de su cumpleaños. El organizador de la velada, Rev’d Hamilton Paul, apuntó todo lo que hicieron y comieron. A partir del año siguiente se empezaron a organizar en diferentes localidades de Escocia cenas similares y el rito se mantuvo casi intacto hasta nuestros días. La emigración de los escoceses y su arraigo a sus tradiciones fueron las causas de que esta celebración llegará a todo el mundo.
Llegada de los invitados a la Burns Night
Cuando los invitados llegan al lugar de la celebración deben ser recibidos y acompañados al interior por un gaitero. Nosotros llegamos sobre las 8 al Castell Jalpí, una antigua masía reconvertida en castillo. Allí, por supuesto, nos recibió un gaitero bajo un enorme logo de Dewar’s. Ya en el interior, disfrutamos de música en directo y unos cócteles para ir haciendo hambre.
Discurso de bienvenida
El anfitrión, en este caso Ximena Cervantes (Brand Ambassador de Dewar’s) y John Nicol (al que ya había conocido en la destilería de Aberfeldy interpretando el papel de uno de los hermanos Dewar), nos dieron la bienvenida en un salón maravillosamente decorado. La tradición marca que hay que recitar antes del primer plato The Selkirk Grace, uno de los poemas de Burns: ‘Some hae meat and canna eat/ And some wad eat that want it;/But we hae meat, and we can eat,/Sae let the Lord be thankit.’ Nosotros además cantamos unas cuantas canciones tradicionales escocesas mientas nos bebíamos nuestros primeros drams de la noche.
Primer plato
Para empezar, se toma sopa. La tradición marca que tiene que ser Scotch broth o Cock-a-leekie (sopa de puerro y patata). Nosotros probamos las dos recetas acompañadas de Aberfeldy 12.
The Haggis!
El plato principal de la noche es el haggis (que según la Wikipedia «se elabora a base de asaduras de cordero u oveja -pulmón, estómago, hígado y corazón- mezcladas con cebollas picadas, harina de avena, hierbas y especias, todo ello embutido dentro de una bolsa hecha del estómago del animal y cocido durante varias horas»). A modo de broma, se dice que el haggis se hace con un animal de las Highlands peludo y redondeado que tiene las patas de un lado más largas que las del otro, por eso solo puede correr hacia un lado de la montaña para no volcar. Según una encuesta que se hizo en 2003, un tercio de los americanos que viajaban a Escocia pensaban que el haggis existía de verdad.
Cuando entra el haggis en el comedor lo hace precedido por un gaitero y paseado en una bandeja por el cocinero mientras todos los invitados se ponen en pie. Después se recita el poema de Burns, Address To a Haggis, mientras se trincha. Al terminar, todos los comensales deben gritar «the haggis!» y brindar con whisky. Nosotros lo hicimos con Royal Brackla y Aberfeldy 21. En vez del haggis tal cual, comimos pollo relleno de haggis acompañado de un risotto de celeris y cremoso de boniato, muy sabroso. Pongo en mi bucket list comerme un haggis en Escocia, sobre todo si está recién cazado 🙂
Homenaje a la poesía
En este bloque de la celebración, se recitan poemas de Robert Burns o se habla sobre la vida y obra del poeta. Después, se brinda por las mujeres que han preparado la cena -Toast to the Lassies- (hay que tener en cuenta que antiguamente solo asistían hombres a estas celebraciones, muchas de ellas se hacían en clubs de caballeros). También se aprovecha para tirarse algunas pullas, ya que en las cenas en las que sí asisten mujeres estas luego replican a los hombres (Reply to the Laddies).
Nosotros hicimos un divertido juego en el que teníamos que crear una coplilla sobre el sexo opuesto, el whisky o la figura de Robert Burns. También pudimos disfrutar de los poemas y canciones que interpretó John Nicol, entre ellas, To a Mouse, un poema que compuso Burns en 1785 después de haber destruido por accidente un nido de ratones.
Bailes
La celebración puede terminar con unos tradicionales bailes escoceses y, por supuesto, así lo hicimos nosotros. Fue muy divertido y muy cansado pero también una gran forma de quemar la cena y mantenerte alejado del whisky durante un rato.
Despedida
Para cerrar la celebración, los invitados se cogen las manos y cantan el poema más conocido de Robert Burns, Auld Lang Syne. Es una obra que habla de la importancia de la amistad a lo largo de los años y se canta como despedida en muchos eventos y en Año Nuevo, incluso cuando Burns vivía.
Aquí podéis ver un par de vídeos con algunos momentos de la velada. ¡Muchas gracias a Dewar’s y Ximena por esta experiencia!
Fotos: Inma Minguez.