La calleja de Los Cuernos en Avilés, por donde las vacas bajaban a abrevar a la fuente de La Cámara y, en la que la leyenda dice que la esposa de un anciano y rico vecino se los ponía con un joven amante que trepaba a menudo su fachada, acoge desde hace un mes la coctelería Meeting Point, que está revolucionando la ciudad.
Jorge Serrano, barman asturiano premiado en varios certámenes y con una gran trayectoria internacional, acaba de abrir en Avilés un proyecto personal muy ambicioso que combina buen ambiente, música y, por supuesto, grandes cócteles con un enfoque gastronómico. “Defiendo el concepto de gastronomía líquida porque todo lo que comemos lo bebemos y todo lo que bebemos, lo comemos. La coctelería es gastronomía: entendiendo el juego de sabores de un plato, entiendes el juego de sabores de un cóctel. Toda coctelería debe de tener un balance, un sentido y un equilibrio” afirma Jorge.
El local: Meeting Point
Meeting Point, como su nombre en inglés indica, pretende ser un punto de encuentro imprescindible en la ciudad. Al cruzar sus puertas sorprende la decoración con paredes de piedra vista y muchos pequeños detalles, que ellos definen como “ilógica, canalla y sorprendente, donde lo principal es dejarse llevar”. La programación de conciertos de música swing y otros estilos que recuerdan a los locales clandestinos de la Ley Seca, contribuyen a ese ambiente acogedor y agradable.
El logo del local es un búho que los anteriores propietarios labraron hace años en la fachada para darles suerte y que Jorge ha decidido mantener y convertir en símbolo de la sabiduría con la que quiere gestionar su local. Incluso le ha dedicado un cóctel, Lord Astur, uno de los más éxito tiene entre los parroquianos.
“En un sitio como Avilés, a priori es mucho más complicado que en Gijón u Oviedo tener éxito con un concepto como este, así que ha sido para mí una gran sorpresa la buena acogida que está teniendo”, celebra Jorge. “Aunque está al lado del Ayuntamiento, se encuentra en una calle más escondida, es un sitio al que tienes que ir tú adrede, lo que contribuye a generar una atmósfera diferente y poner en valor ese plus que te damos de servicio, música, iluminación cuidada y, por supuesto, los cócteles”.
La carta de coctelería
Jorge cuida todos los detalles de la experiencia, desde la carta –que está hecha en madera de haya barnizada, con papel especial e ilustraciones originales- hasta el hielo, que fabrica él con agua baja en minerales e impurezas, sometida a ósmosis y rematada con nitrógeno líquido.
“La carta es una inspiración puramente gastronómica, me he basado en los viajes que he hecho por todo el mundo. Cuando estuve en Florencia olí una planta que me resultó muy agradable y decidí utilizarla en un sirope casero como es el de ortiga, que utilizo en el cóctel Lillith, la mujer diablo, la que escapó del paraíso”, nos cuenta Jorge, y prosigue “la inspiración no deja de ser una mezcla de talento, creatividad, viajes y prueba-error. El Diablo Mix que uso en el Bloody Mary me llevó años catando distintos productos para encontrar la receta perfecta. Yo soy mucho de buscar el balance en la coctelería”.
Las presentaciones de los cócteles son muy creativas y buscan sorprender al cliente, que seguramente no tardará en sacar el móvil para compartir en redes sociales su trago. Vasos con forma de búho o de bombilla y complementos inusuales como una trampa para ratones o una balanza, están fascinando a los avilesinos. “Tom y Jerry es un cóctel que está saliendo muchísimo. Se presenta en una trampa para ratones con un trocito de queso Stilton, que tiene mucha sal, para realzar el bourbon que es la base del cóctel. Se presenta dentro de una bombilla y lleva bourbon, brandy de albaricoque, un poquito de sirope de cardamomo que hago yo, limón, puré de pera y un bitter de piña casero”.
Todos los cócteles incorporan ingredientes caseros, como un lemon sherbet que usa en su Whiskey Sour, o una soda casera de miel de flores que utiliza en un trago sin alcohol. “Otro de los cócteles que más salen es Lord Astur, que lleva ginebra, calvados, un vino José Pariente de uva Sauvignon Blanc, un toque de sirope de kiwi que elaboro a partir de de puré Boiron, un poco de zumo de mango de Cuckoo Fruits y un top de cerveza de jengibre”.
El vermut también tiene una vuelta de tuerca en Meeting Point. En una pequeña barrica maduran su fórmula, que han tomado de la receta de 1955 del mítico Café Balmoral de Madrid, y al que han añadido gin, Cinzano 1757, fino, licor de naranja y amargo de vainilla.
Después de 11 años aprendiendo de maestros como Javier Loya del Black Bar, Roberto Valle, Paula Roque, los hermanos Morán o Alberto Pizarro, Jorge Serrano ha conseguido poner en marcha este proyecto tan personal, donde pone en práctica su visión de la excelencia en el mundo de la barra mientras revoluciona la vida nocturna de Avilés. Desde hace un mes, ya tenemos todos una razón más para viajar a Asturias.
Fotografías cedidas por el local.