Los supper clubs son locales donde puedes pasar toda la velada, desde la cena hasta la madrugada. Suelen ser lugares que transmiten cierto aire de exclusividad, aunque los precios sean asequibles. A pesar de que el concepto se acuñó en los años 30, actualmente se están poniendo de moda por todo el mundo arropados por su carácter underground, urbano y, a veces, secreto.
Liberty Supper Club abrió sus puertas en noviembre de 2016 en el local donde estaba el mítico Keeper de Juan Bravo. La fachada está pintada de negro con seguratas que custodian el acceso con celo. El restaurante está en la planta sótano y combina una estética industrial -de verjas y cemento visto- con murales y tejidos pop, obra del decorador Parolio. La primera impresión es la de estar en un restaurante que podría salir en una película de Tarantino.
Restaurante y coctelería
La comida es de tipo japonés pero adaptada a los gustos nacionales; gyosas, niguiris, uramakis, tempuras o tartares a precios razonables. Es un sitio perfecto para reunirse con amigos, con un tipo de comida fácil de compartir. Durante el horario de cena (de 20 a 23), la música ambiental es cañera, pero se mantiene a un nivel que permite la conversación y también ahorra silencios incómodos, así que puede ser un buen lugar para ir en una primera cita o un reencuentro.
La barra de coctelería está activa sobre todo durante la cena, así que merece la pena combinar alguno de sus cócteles -todo long drinks- con los platos. Es una coctelería ligera y refrescante, con guiños a Asia, que se mueve entre lo cítrico y lo dulce con algunas excepciones. Nosotros nos dejamos asesorar por el bartender Álvaro Rivela y combinamos los platos principales con una versión de un Moscow Mule con sirope de pepino y vodka picante (muy acertado para limpiar el paladar entre pieza y pieza) y con un cóctel de gin y St-Germain.
Para los postres, el mejor maridaje es la carrot cake con un excelente cóctel de mezcal, zumo de guayaba, sirope de maracuyá, puré de fresa y float de Talisker. El precio de los cócteles está en 10 euros y el ticket medio de la cena sale por unos 25. Los jueves tiene lugar la «Ladies Night» en la que se invita a un cóctel a las mesas de chicas.
El club
A las 12, cual Cenicienta, las mesas del restaurante se desalojan, ya que solo los grupos que han reservado botellas tienen acceso a esa zona del local. La música sube de tono y en el exterior comienza la aglomeración de gente que quiere entrar. En ese momento entra en juego la «lista», que decide quién pasa y quién no. Lo ideal de cenar allí, es que ya estás dentro.
La pista de baile está presidida por la cabina del DJ y un gran dragón que hace referencia al concepto asiático del restaurante. En el primer piso se encuentra la zona VIP y el guardarropa. Las copas pasan a ser combinados sencillos de discoteca o reservas con mesa de botella y refrescos. Si quieres pasar una noche de juerga con amigos, es buena idea cenar ya allí y empalmar con la fiesta posterior, que dura hasta las 5 de la madrugada. El público es veinteañero del que sale por la zona de Juan Bravo, sobre todo grupos.
Dirección: Juan Bravo 31.
Fotos: josemarmol.es ©
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