Aunque parezca mentira, hubo un momento en el que casi nadie bebía whisky single malt fuera de Escocia. Se pensaba que era un destilado tan fuerte que solo un rudo escocés de las Highlands podía resistirlo. Lo habitual era beber blended whisky hasta que a Sandy Grant Gordon y Charles Grant Gordon, bisnietos del fundador de Glenfiddich, se les ocurrió ampliar mercado en Estados Unidos y contratar a una agencia de Madison Avenue. Era 1963 y estaban a punto de crear una nueva categoría de producto a nivel mundial.
Esa es la historia que Glenfiddich recreó para nosotros en el ático de Torres Blancas en Madrid con ocasión del lanzamiento de Glenfiddich The Original. Se trata de una edición limitada que reproduce en contenido y continente el single malt que rompió fronteras y se puso de moda en Estados Unidos en los 60. Aquí podéis ver la increíble localización y la presentación a lo Mad Men de la que pudimos disfrutar.
Glenfiddich The Original ha sido creado por Brian Kinsman, Malt Master de la marca, a partir de botellas de 1963 que quedaban en la destilería y los libros de recetas de la época. Toda una labor de arqueología ahora que está tan de moda recuperar sabores del pasado y volver a las raíces. El envase también es casi igual al original, con la forma triangular que les permitía trasladarlo de forma más eficiente en barco hacia América.
A España van a llegar únicamente 120 botellas, que se venderán a un precio aproximado de 110 euros en tiendas gourmet y especializadas. Nosotros pudimos probarlo solo y con unas gotas de agua para abrir los sabores y aromas y nos sentimos un poco Don Draper y Peggy Olson cualquier martes por la tarde en la oficina. Es muy persistente y deja en la boca un sabor a galleta muy curioso.
Después de la presentación y la cata, salimos a la terraza del edificio que tiene unas vistas impresionantes de Madrid y, acompañados por la voz de un crooner, pudimos probar cuatro propuestas de coctelería con Glendiffich 12 y 15 años. Un Whisky Sour excelente, un Old Fashioned muy bueno (si pasamos por alto que la guinda no fuera al marrasquino), un cóctel con puré de pera y limón muy refrescante y otro con manzana y sidra menos conseguido.
Os dejo la receta del Whisky Sour para disfrutarlo a todas horas.
5 cl de Glenfiddich 12 años
2 cl de zumo de lima
2 cl de jarabe de azúcar
4 cl de clara de huevo
Bitter de angostura de naranja en spray
Meted todo menos la angostura en una coctelera con hielos y agitad vigorosamente. Cuando la coctelera esté fría, coláis el contenido en una de las dos partes de la coctelera Boston y descartáis el hielo. Volvéis a cerrar la coctelera y agitáis unos segundos más para crear una mejor espuma. Esta técnica se denomina “reverse dry shake” y es al revés de como lo hacen normalmente los bartenders, que primero agitan sin hielo y luego con. Aristotelis Papadopoulos dice que crea una mayor capa de espuma, así que habrá que comparar ambas técnicas. Una vez servido en los vasos, rociad la superficie con el bitter de angostura de naranja en spray. Si no lo tenéis en spray, verted tres gotas sobre la espuma.
Aquí podéis ver un vídeo de presentación que ha creado la marca, merece la pena verlo aunque solo sea por el acento scottish molón de la voz en off.